APOCUNA

Apocuna

En el Tahuantinsuyo, después del Sapa Inca, los hombres más poderosos eran los Apocunas o Suyuyuc Apus. Eran los máximos jefes de las cuatro suyos o regiones del Imperio. Los nombraba directamente el Sapa Inca entre sus hermanos o parientes de más capacidad y confianza. Tenían residencia en el Cusco, pero debían recorrer constantemente sus jurisdicciones para resolver vigilar la producción, el orden y resolver diversos litigios entre curacas o tucricuts (gobernadores provinciales). Eran transportados en andas, con gran pompa, y gozaban de premios y privilegios si desempeñaban una buena función.

Tradicionalmente se dice que cada Sapa Inca tenía 4 suyuyuc-apus, uno por cada suyo. Sin embargo, algunos etnohistoriadores como Franklin Pease recogen la versión del cronista indígena Guamán Poma de Ayala, quien aseguró que el Collasuyo y el Chinchaysuyo tenían 4 suyuyucs cada uno; mientras que el Contiuyo y el Antisuyo contaban con 2 cada uno. Estos 12 apocunas eran reunidos por el Sapa Inca para el Tahuantinsuyo Camachic, que era el asamblea o consejo imperial. Aquí debían ayudar al soberano a tomar las mejores decisiones en cuestiones de vital importancia para el Estado.

Los suyuyuc apus contaban con varios ayudantes, entre los que destacan los quipucamayos, encargados en llevar con precisión las cuentas y las estadísticas de la producción, la población y los tributos de todas las regiones y provincias del Tahuantinuyo.

Finalmente, los cronistas rescataron los nombres de los cuatro apocunas del Inca Huayna Cápac; estos fueron: Apo Chularico, Apo Ancha, Apo Cuyuchi, Apo Hualpaya.