TOCRICOC

Los tocricoc

Cada uno de los suyos se dividía administrativamente en huamanis o provincias donde gobernaban los tocricocs, tucricuts o apunchics. Generalmente un huamani coincidía con el territorio de un reino o señorío que anexado al Tahuantinuyo, así tenemos el huamani Huanca, el Colla, el Chincha, el Ishma, el Cañari, etcétera. Su nombramiento lo determinaba el Sapa Inca con la ayuda de los apocunas; se daba preferencia a los parientes del soberano o los de sus esposas secundarias que, precisamente, eran princesas de los reinos conquistados.

El tucritcut se encargaba del estricto control de las poblaciones y riquezas de sus provincias. Para mayor eficacia el Sapa Inca Túpac Yupanqui ordenó que la población sea dividida administrativamente en forma decimal. Así diez familias estaban a cargo de un Chunca Camayoc, cien a cargo de un Pachaca Camayoc, mil con un Huaranca Camayoc y 10 mil de un Huno Camayoc. Estos Huno Camayocs tenían estrecha comunicación con los tucricuts y lo ayudaban en el buen gobierno provincial.

Tener un preciso registro de las poblaciones por sexo, edades y actividades era obligación del tocricut, por ello tenía a su cargo a expertos quipucamayos que hacían censos con cierta frecuencia. De esta manera se podía vigilar el cumplimiento de las mitas o trabajos por turnos para el Estado. Toda la información era derivada a los tucuy ricocs, a los apocunas o al mismo Sapan Inca cuando así lo requerían. Según Waldemar Espinoza los tocricuts tenían ayudantes personales llamados michocs que se desempañaban como tenientes gobernadores en las provincias.

Otras funciones importantes del tucricut eran: vigilar la paz y el orden, resolver conflictos entre curacas o poblaciones, proteger los caminos y tambos (albergues para viajeros), cuidar las colcas o depósitos estatales y confirmar los matrimonios.

En vista de que los tucricuts eran representantes permanentes del Estado imperial incaico ante las diferentes etnias conquistadas, tenían su residencia oficial en las afamadas llaqtas (centros administrativos) y tenían a su disposición a las tropas listas para actuar en defensa del orden tahuantinsuyano. Entre las llaqtas más importantes tenemos a Vilcashuaman, en tierra de los chancas; Tambo Colorado, en tierra de los chinchas; Huanucopampa, en tierra de los yarowilcas, y Caxamarca, en tierra de los cuismancos.

Para terminar, recordaremos que estos funcionarios podían tener varias esposas, gozaban de comodidades, tenían yanas o servidumbre doméstica, vestían ricamente y se trasladaban en andas. Además, podían viajar al Cusco y asistir a la gran fiesta del Capac Raimi, en diciembre, donde podían compartir con la realeza y, con un poco de suerte, conversar un momento con el Sapa Inca.