EL TUCUY RICOC


Luis Eduardo Valcarcel lo llamó “el inspector volante” del Estado Inca. El tucuy ricoc era el funcionario que se desempeñaba como supervisor y juez itinerante que llegaba a todas las provincias y comunidades para inspeccionar la labor de todos los administradores provinciales y comunales; es decir, a los tucricuts y los curacas.

Los tucuy ricocs se establecían temporalmente en las llaqtas o en las aldeas para escuchar las acusaciones y quejas contra las malas autoridades. Haciendo de Taripa Camayoc u juez sumario resolvía los casos y era drástico cuando las faltas eran graves. Por ejemplo, podía destituir curacas, e incluso condenarlos a muerte. Asimismo, aprovechaba su presencia para oficiar los matrimonios en nombre del Sapa Inca. Cuando hacía esto se le llamaba Warmicoco, lo que quiere decir “repartidor de mujeres”.

Como refiere Waldemar Espinoza, estos importantes agentes del Sapa Inca también actuaban como espías. Muchas veces se disfrazaban de mercaderes, forasteros o mendigos y escuchaban todo lo que los pobladores y autoridades hacían y pensaban. Los tucuy ricocs eran, entonces, “los ojos y oídos del Sapa Inca” quien así estaba enterado de todo lo que ocurría en su cada vez más vasto imperio.